Para la mayoría de los expertos en decoración, el uso del color oro es un aspecto que garantiza belleza y sofisticación a una sala de estar. Sea pequeño o de gran tamaño, un salón dorado se puede convertir en el protagonista de distintas ocasiones, generando en los usuarios una gran admiración.
Si deseas conocer algunas recomendaciones para ambientar un salón dorado, apunta 7 tips que sirven de inspiración para interiores de ensueño.
1. Contrasta con negro para un efecto visual impresionante

Unas paredes en color crema o beige son el complemento perfecto para una decoración que incluya elementos en color negro y el elegante color oro. Si deseas reducir el nivel de sofisticación, incorpora el tono dorado en elementos decorativos impactantes que capten la atención.
Para complementar el atractivo del espacio utiliza muebles en color negro, usa marcos en tonos oscuros y alfombra con diseños en colores claros y oscuros. Una lámpara de cristal, los apliques en las paredes y grandes ventanas aseguran iluminación para destacar los detalles.
2. Incorpora el tono de forma sutil en elementos estratégicos

Si crees que el dorado puede ser abrumador, incorpóralo el tono en el salón de forma estratégica y sutil. Prueba establecer patrones ligeros que incluyan elementos dorados en forma de cortinas, marcos de cuadros colgantes, lámparas y más.
Una alfombra texturizada con líneas doradas, un mueble en color bronce, tejidos coloridos con estampados florales crean un atractivo visual. Elementos en cestería, grandes ventanas y un poco de vegetación añaden un poco de sensación acogedora a la sala de estar.
3. Usa papel pintado para dar un aspecto elegante

Si el salón dorado que deseas ambientar es de tamaño reducido, puedes usar un papel pintado para crear un fondo de aspecto elegante. Se recomienda mezclar distintos colores en el papel que van desde el oro hasta el bronce para disfrutar visualmente de profundidad.
Complementa el espacio con un sofá con estampados de flores combinado con tonos dorados, esculturas como elementos decorativos y una mesa de estilo vintage. El uso de lámparas y una alfombra texturizada le da un aspecto acogedor y relajante.
4. Apuesta por un espacio sereno con un toque de azul

Una de las particularidades de un salón dorado es que en la mayoría de las ocasiones los elementos son de tonos tierra, dando un aspecto cálido al espacio. Puedes hacerlo más sereno y relajante incorporando un mueble de color azul para suavizar el contraste.
En este caso, los accesorios se vuelven protagonistas al incluir mesas de centro y auxiliares en tono dorado, pero también variedad de colores como el blanco, negro y rosado. Los cuadros, un poco de vegetación y una alfombra colorida perfeccionan el estilo.
5. Emplea el tono dorado para resaltar el aspecto elegante del salón

Un salón dorado no tiene que ser abrumador si se emplea el tono de color oro de forma adecuada en la decoración, haciéndolo elegante . Incluirlo en el marco de un espejo, en la estructura metálica de una mesa de centro y en una obra de arte, puede ser suficiente para dar un aspecto elegante.
Reduce la intensidad visual usando paredes en colores claros, una alfombra texturizada, iluminación y cojines en tonos alegres. El toque perfecto lo brinda el terciopelo de la cubierta de los muebles en color azul intenso, lo que aporta profundidad y contraste.
6. Crea impacto al combinarlo con negro en las paredes

Un salón dorado puede ser cautivante cuando se combina el techo en color oro con las paredes en negro. Se trata de un espacio audaz que integra dos matices profundos con alto contenido de calidez, lo que garantiza un estilo formal.
La intensidad de los tonos se reduce con las texturas de los muebles y cojines, los cuadros en las paredes de distintos colores y mucha iluminación. Una alfombra con diseños en tonos claros ayuda a darle una sensación acogedora a la sala de estar.
7. Combina con distintos estilos para un espacio ecléctico

Si te gustan los espacios con mucho dramatismo, esta idea para la decoración de una sala de estar dorada es asombrosa. Tiene como protagonista el color gris en distintos tonos, usado en la pared de fondo, en la alfombra y en los muebles con cubierta aterciopelada.
El dorado del marco de los muebles, de los cuadros, las lámparas de las mesas, de las cortinas y paredes inyectan sofisticación y elegancia. Sin embargo, una pared rústica en ladrillos desnudos reduce lo abrumador del lugar, convirtiéndolo en un salón acogedor con estilo ecléctico.
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