El blanco, el gris y el turquesa son colores frescos y modernos que puedes utilizar para decorar tu salón a fin de crear un ambiente sofisticado y elegante.
Te traemos 5 tips para decorar un salón blanco gris y turquesa para que logres un espacio moderno, armonioso y visualmente atractivo en tu hogar.
1. Una opción es usar el turquesa como color principal

Al escoger el turquesa como color principal de tu sala de estar blanca y gris, creas una atmosfera de frescura y vitalidad que te será muy relajante.
Opta por muebles en tonos neutros que se integren a la decoración general de manera que sirvan como punto de equilibrio decorativo. Si quieres un espacio más alegre, puedes añadir toques de colores brillantes como el amarillo o el rosa.
2. Crea una pared de acento con fondo turquesa

Una pared de acento turquesa dará un aspecto muy interesante a tu salón blanco y gris además de que hace las veces de transición entre estos tonos creando un espacio con mucha armonía.
Toma en cuenta que, al implementarla, el contraste será increíble si tu sala de estar tiene vigas o incluyes muebles de madera, para una calidez propia del estilo rústico.
3. Los patrones en blanco y gris con accesorios turquesa hacen ver tu salón muy elegante

Los patrones geométricos y florales se pueden usar en tonos de blanco y gris, al agregar turquesa a tu sala de estar, crearás un ambiente más armonioso.
Puedes utilizar cojines, cortinas, alfombras, jarrones y lámparas como accesorios decorativos en turquesa, dando profundidad con diferentes texturas.
4. Agregando toques en turquesa

Si crees que el turquesa puede ser abrumador al usarlo en grandes superficies de tu salón blanco y gris, puedes optar por agregar toques de turquesa, así haces que tu área se vea equilibrada visualmente.
Estos toques puedes hacerlos en cojines, alfombras, lámpara y jarrones, que hagan contraste con el resto de los colores de la estancia usándolos como fondo. Así haces que el espacio se vea más alegre.
5. Las plantas y el turquesa: una buena combinación ecológica

Las plantas y el turquesa añaden vida y color a una sala de estar blanca y gris, ya que las primeras compensan la energía del turquesa con textura y calidez, esto sin tomar en cuenta que mejora el aire de la estancia.
Puedes usar plantas en macetas blancas o grises para mantener el ambiente con el turquesa. Completa con objetos de materiales naturales como muebles y cestas hechos de mimbre o madera de tonos claros.
De todo lo anterior, observarás que decorar un salón blanco, gris y turquesa es una buena forma de dar un toque de vitalidad. Con los consejos que te hemos dado, lo conseguirás sin mucho esfuerzo, pero con gran estilo.
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