Un color que ha ganado popularidad en el mundo de la decoración es el lila, llegando a espacios como la cocina. La magia del color ha permitido que entornos serios se vuelvan cautivadores, creativos, tranquilos y acogedores. Lo mejor de todo, es que se puede adaptar a todo tipo de estilo o tendencia.
A continuación, descubre 5 consejos fáciles de aplicar para ambientar una cocina lila de ensueño.
1. Gabinetes de color lila para un toque dramático

Si eres amante de los colores, puedes añadir un poco de tono lila al espacio usando gabinetes superiores e inferiores de este color. Combina con una mesa encimera de madera, una placa para salpicaduras de azulejos con distintos diseños y el suelo de terracota.
El elemento moderno se aplica con electrodomésticos de acero inoxidable y paredes de color blanco. Destaca el aspecto acogedor con mucha iluminación y accesorios decorativos simples que capten la atención visual del espacio.
2. Usa un tono más intenso y combina con blanco

En una cocina espaciosa, el color lila intenso o morado se puede combinar con blanco para lograr un contraste asombroso. El suelo, las paredes de fondo y hasta el techo de color claro permite disfrutar de una armonía visual sorprendente, donde todo lo demás sobresale.
Aporta un toque elegante con electrodomésticos en acero inoxidable, una ventana que suministre iluminación y apliques de luz en el techo. No olvides incorporar elementos accesorios decorativos que rompan la monotonía visual.
3. Integra el color en un ambiente rústico y acogedor

Un fondo gris es el lienzo perfecto para colocar una decoración que integre gabinetes inferiores de color lila. Con estantes abiertos, el espacio se llena de personalidad al colocar accesorios decorativos, un poco de vegetación y electrodomésticos diseñados en acero inoxidable.
El suelo de madera, una isla de cocina con espacio de almacenamiento, una mesa de comedor de madera y lámparas atractivas complementan el espacio. La luz de la ventana y del tragaluz favorece la belleza del lugar, haciendo el espacio acogedor, funcional y social.
4. Prueba con un espacio vintage llamativo

Un estilo muy propio para una cocina lila es el vintage, ya que es una tendencia que combina lo nuevo y lo antiguo de forma asombrosa. El lienzo se vuelve llamativo con un techo en color rosa y las paredes en tono lila, complementándose con gabinetes inferiores de color morado intenso.
Una nevera vintage, una mesa encimera de madera, el suelo de terracota y una lámpara central con un aspecto antiguo favorece la armonía. El estante abierto flotante, un cuadro decorativo y un poco de vegetación perfeccionan el espacio, haciéndolo lucir cautivador.
5. Combina con el blanco y el negro para un ambiente renovado

En una pared de fondo de color blanco, una cocina lila puede combinarse con distintos colores para lograr un efecto renovado. Una placa para salpicaduras con diseños geométricos de color blanco y negro hace juego con electrodomésticos en color plateado.
Una mesa encimera de color negro es ideal para ayudar a crear contraste y profundidad visual, rompiendo con la monotonía del esquema del color. La iluminación de los apliques complementa la luz de la ventana, ayudando a resaltar los detalles.
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